EMPRESA
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Revista TOLDO Usted es una mujer
que está liderando una empresa en
un sector tradicionalmente masculino,
¿Le ha costado adaptarse a
este nuevo perfil?
No, no me ha costado nada adaptarme
a un sector liderado tradicionalmente
por hombres. Quizá lo que más
me ha costado es adaptar mi mentalidad
actual y digital para combinarla
con la mentalidad tradicional y que
no perdiera su esencia. En la actualidad,
es mucho más común ver mujeres
liderando proyectos innovadores,
tecnológicos y en campos donde han
predominado los hombres históricamente.
“El liderazgo es una función,
un trabajo para el que
se requieren una serie de
cualidades”.
El crecimiento de las mujeres es progresivo,
tal vez lento pero seguro.
Es importante olvidarse que existen
diferencias de género, y no sentirse
diferente a un hombre por ser mujer,
mantener presente la ilusión y las ganas
de trabajar.
Mi infancia la recuerdo rodeada de
hombres, me he criado con ellos y
siempre que iba a ver a mi padre a
su trabajo solo había hombres, pero
son mi familia, para mi es algo natural
donde me siento bien sin diferencias
de género, solo siento diferencias de
habilidades a la hora de trabajar, por
eso desde el minuto uno, tuve claro
cual era mi papel en la empresa, y hasta
donde podía llegar con mi mínima
experiencia en el sector, por eso, opté
por aprender, en este caso del fundador
de la misma, mi padre, y aprovechar
sus 40 años de experiencia obviando
la diferencia de género.
Quizás lo que habría que señalar es
que el liderazgo es una función, un
trabajo para el que se requieren una
serie de cualidades. Y, contrariamente
a lo que habitualmente se piensa, estas
características se pueden adquirir