PROYECTO
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Esta zona de alojamiento se levanta
sobre una planta en forma de peine,
que se redondea en sus esquinas y
fachadas. El marco de esas fachadas,
y la gama de materiales de la envoltura
(fundamentalmente vidrio y aluminio),
contribuyen a la armonía del
conjunto. Una combinación de acabados
y diseños en la que han resultado
decisivos los cerramientos que se conjugan
e integran a la perfección con el
resto de materiales y con el entorno,
logrando una simbiosis perfecta.
El diseño de todo el complejo contribuye
a las necesidades de velocidad y
eficiencia entre los distintos módulos
para los profesionales y el resto del
personal, a través de una simplicidad
de circuitos que también hacen accesible
el espacio para pacientes y visitantes.
El poder de la luz en un centro
de vanguardia
Un papel fundamental en este proyecto
lo juegan, también, la claridad y la
luminosidad. La luz natural está presente
en todos los circuitos del centro
hospitalario, incluso en el corazón
del mismo. Potenciar la entrada de la
luz del sol para alcanzar la mayor eficiencia
energética posible, así como
el máximo confort para usuarios y pacientes,
era otro de los objetivos principales.
Para lograr precisamente esto, se
ha proyectado un diseño a base de
grandes ventanales, con una amplia
presencia del exterior en los espacios
interiores. A través de ellos, se pueden
ver los patios interiores, ajardinados
y de una estética oriental y delicada,
ofreciendo sensibilidad y bienestar.
Los cerramientos de aluminio permiten
una perfilería fina y, con ello, un
mejor aprovechamiento de los vanos
y, en consecuencia, una mayor circulación
de la luz.
Con este mismo propósito -fomentar
la luz y la claridad al máximo- el arquitecto
se ha decantado por el uso de
tonos claros en las fachadas. Destaca
una gama cromática de colores vitalistas
pero amables, como el azul piscina
y el blanco, en un delicado contraste
con una planta baja en marrón más
oscuro, pero en tonalidad pastel. Algo
a lo que también ha contribuido Kawneer,
gracias a su capacidad de adaptación
a tamaños, formas y acabados,
logrando una integración total con la
estética proyectada por el arquitecto.
Un complejo que, a pesar de sus grandes
dimensiones, no resulta agresivo,
y en ello ha tenido mucho que ver el
diseño y esta elección de materiales y
acabados.
Además, el recinto hospitalario se
ajusta a todas las normativas y responde
a las demandas de eficiencia
energética. En esto también han jugado
un papel fundamental las soluciones
ofrecidas por el fabricante de los
perfiles, ya que sus cerramientos de