PROYECTO
El ahorro energético y aprovechamiento de la luz
se hacen realidad en uno de los mayores hospitales
privados de Francia gracias al aluminio y al vidrio
34 En Francia, en un emplazamiento
estratégico a las
afueras de París, se levanta
el imponente y excepcional nuevo
Polyclinique Courlancy. Ubicado
en Bezannes, a 5 minutos de la estación
de trenes de alta velocidad
(TGV) Champagne-Ardenne, la autopista
A4 y el tranvía de Reims, el
centro hospitalario se presenta con
la premisa de “la medicina del futuro
a las puertas de París”.
Se trata de uno de los mayores centros
médicos privados en este país. Un
mastodonte médico espacioso y de
alta tecnología, que cuenta con 400
camas y 23 quirófanos, y que espera
atender a cerca de 100.000 pacientes
al año, que serán tratados por 250 médicos.
Este proyecto arquitectónico, de
45.000m2 repartidos en cuatro plantas,
un coste de 95 millones de euros,
y 26 meses para su realización, ha sido
desarrollado bajo la batuta del prestigioso
arquitecto Jean-Michel Jacquet.
Se trata de un nuevo concepto en
cuanto a espacio médico y materiales,
que combina arquitectura funcional y
contemporánea a la vez. Este excepcional
trabajo constructivo ha buscado
ser puntero en el campo medioambiental,
logrando la proyección de un
edificio de bajo consumo, con habitaciones
con orientación sur, dando
importancia a la luz natural y a las zonas
verdes. El conjunto de materiales
utilizados en el proyecto, algo que no
ha sido fácil de conjugar, cumple con
esa función de respeto medioambiental,
además de con la función estética,
constructiva y funcional que requería
el diseño.
Para lograr los objetivos de su proyecto,
Jean-Michel Jacquet ha contado
con las soluciones KALORY’R y KANADA
AA767 de Kawneer, capaces de
adaptarse a las necesidades y especificaciones
de cada tipo de edificación,
así como a todos los diseños. Fiel a sí
mismo, el arquitecto ha hecho todos
los esfuerzos posibles para plantear
un proyecto extraordinario, que espera
que perdure en el tiempo. Jacquet
se ha enfrentado a un desafío difícil,
a través de la búsqueda de un todo
coherente que respondiera a diversos
requisitos, al tiempo que destacara
por su precisión, su durabilidad, pero
también su equilibrio y utilidad. Las
soluciones de Kawneer favorecerán
esa durabilidad de las instalaciones,
gracias a su alta resistencia y a su escasa
necesidad de mantenimiento y renovación
de los materiales. Algo que
se suma a su funcionalidad y a su refinada
y adaptada estética a las necesidades
que, desde el primer momento,
el arquitecto dejó patentes.
Distribución y fachadas
El diseño de la planta y las fachadas se
aleja de los postulados clásicos de un
modelo de centro hospitalario, gracias
a un predominio de formas depuradas,
acristaladas y amplias, y a una vocación
vanguardista. La proyección de
las diversas caras del edificio resulta