ACTUALIDAD
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En el resto de mercados, el toldo sigue
un crecimiento fuerte conforme
el producto va consiguiendo más penetración.
Conjuntamente se están
abriendo nuevos mercados en economías
emergentes a base de alianzas
con empresas locales que se dedican
a la distribución/ensamblaje e instalación
de toldos y pérgolas.
¿Qué balance hacen del sector en
España una vez se ha superado la
crisis?
En todas las épocas de crisis hay un
antes y un después en la manera de
trabajar. Los fabricantes nos movemos
en la actualidad en un entorno
muy competitivo con presencia creciente
de players internacionales. La
lucha se encuentra en lograr la mejor
adaptación a los nuevos retos: servicio
más rápido, rutas más continuadas,
más proximidad, etc. Los hábitos
de compra han cambiado, se prima
más que nunca la agilidad y el servicio.
Los puntos de venta han ampliado su
rango de productos para tener más
oportunidades y generar más facturación;
montan igualmente un toldo
que una mosquitera, una cortina de
interior que césped para jardín, e incluso
estructuras exteriores que seguramente
en otra época ni se planteaban
ofertar. Igualmente podemos
encontrar más diversidad de empresas
que comercializan sistemas de
protección solar.
Esta mayor atomización y diversidad
plantea a los fabricantes la necesidad
de ofrecer un mayor rango de soluciones.
Por lo tanto nos encontramos con
un sector más disperso con unos límites
cada vez más diluidos frente otras
actividades económicas.
¿Qué cree que se podría mejorar en
el sector?
Una mejor unión entre los diferentes
agentes de la cadena de valor para
que nuestro sector sea más fuerte.
Aquí incluyo fabricantes, comerciales
suministradoras de toldos acabados,
instaladores, etc. Se trata de profesionalizar
el sector y distinguir a los
verdaderamente profesionales en el
know how del montaje e instalación
del toldo y potenciar más a los fabricantes
nacionales frente los que llegan
del exterior.
Una mayor compenetración favorece
al profesional del sector y la experiencia
de compra. La percepción de confianza
ha de ser mucho mayor para el
consumidor final cuando acude a un
instalador reconocido, que cuando
compra un toldo estandarizado en
una gran superficie. Esta oferta barata
y sin estar sujeta a normas de seguridad
no ayuda a que se puedan ver
productos de calidad en el mercado.
entrevista