PROYECTO
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do a esto el uso de aberturas de grandes
dimensiones que establece una
fuerte continuidad entre el interior y
el exterior.
Ante esta situación, es muy importante
el control de la radiación solar
para evitar un consumo excesivo de
energía en refrigeración. Con esta
finalidad, en el proyecto se ha tomado
especial atención al “diseño de las
sombras”, elementos fijos como aleros
y elementos móviles -persianas- que
permiten controlar durante todo el día
la radiación solar que incide sobre las
aberturas.
Materiales para el confort
térmico y el ahorro energético
Es un aspecto fundamental del estándar
Passivhaus y que el equipo de
arquitectos considera primordial, que
son los principios básicos en que se
basa:
a) Aislamiento térmico de la envolvente
opaca.
b) Aberturas de altas prestaciones
térmicas, con un alto índice de
hermeticidad.
c) Sistema de ventilación con recuperador
de calor.
d) Envolvente térmica del edificio de
alta hermeticidad.
e) Envolvente libre de puentes térmicos.
f ) Orientación y control solar.
Los materiales son importantes, pero
son solo una parte del proyecto. Lo
fundamental en una vivienda Passiv-
haus es la interacción de todos estos
principios y su correcta ejecución en
la obra.
Por otro lado, para evitar el sobrecalentamiento
se han desarrollado soluciones
para conseguir la temperatura
adecuada del interior de la vivienda
durante todo el año. Se consideraron
dos estrategias pasivas:
a) En los periodos de mayor temperatura
del año, se debían evitar las
ganancias por radiación solar. Para
esto en las carpinterías se han utilizado
cristales con filtros especiales
con un factor g (%) muy bajo
y, además, se han diseñado aleros
continuos que garantizan el sombreado
de las fachadas transparentes
la mayor parte del año. Para
un mayor control de las sombras,
se ha decidido utilizar persianas
regulables que permiten controlar
las sombras sin perder las visuales.
b) El Free Cooling o ventilación cruzada:
a lo largo del eje norte – sur se
han instalado aberturas automatizadas
en la parte alta próxima a los
techos, que durante las noches se
abren, cuando la temperatura del
aire exterior es inferior al interior.
Esto posibilita una ventilación cruzada
natural, que refresca naturalmente
el interior de la vivienda.
Y por último, se ha instalado un equipo
de refrigeración que actúa en los
momentos críticos, manteniendo la
temperatura dentro de los parámetros
de confort elegidos.
A diferencia de las construcciones
Passivhaus convencionales, que están
pensadas para contar con un máximo
de un 25% de superficie acristalada
para una mayor hermeticidad, esta
nueva vivienda introduce grandes
espacios acristalados. La posible pérdida
de hermeticidad de estas zonas
no preocupa a Cacopardo dado que
“en principio, con los sistemas de carpintería
actuales es perfectamente
posible llegar a un excelente grado
de hermeticidad (n50: 0,60 m3/h renovaciones/
hora)”. Y apunta, “como
siempre, debemos leer la letra pequeña
buscando carpintería con un alto
índice de hermeticidad al aire, mínimo
clase 4”.
Para esta vivienda se ha elegido carpintería
de madera-aluminio, y para
las aberturas de gran tamaño se han
utilizado correderas elevables con
uno de los paños fijos, que cumple
con estas exigentes condiciones de
hermeticidad.
El arquitecto aclara, en relación con
la hermeticidad, que normalmente
se asocia esta prestación a las carpinterías,
“pero nos sorprendería verlo
que en las viviendas convencionales,
ya que tanto las paredes como las cubiertas
y toda la envolvente en general
son muy poco herméticas al aire,
por las condiciones de la materialidad
y la forma de construir. Un edificio
poco hermético significa un consumo
energético elevado, es decir, al existir
un alto intercambio de aire entre
el interior y el exterior de forma descontrolada,
se está perdiendo energía,
resultando así un mayor gasto en calefacción
o refrigeración”.
“Debemos materializar una arquitectura donde diseño,
eficiencia energética y sostenibilidad se transformen en
el nuevo modelo a seguir”