TÉCNICA
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hacia el interior del edificio. No parece
pues que el vidrio ofrezca por este ca-mino
grandes soluciones de futuro sin
condenar al edificio a un invierno con
escasez de luz sin opciones a la capta-ción
solar.
Aunque quizás anecdótica, sí parece
inteligente una solución aparente-mente
muy adecuada a nuestras lati-tudes:
la fachada inclinada. Se trata de
aprovechar la redacción de la trans-misión
solar en los vidrios cuando el
ángulo de incidencia es bajo. Para una
ciudad situada en el paralelo 50 si la
transmisión de un vidrio es del 70%
inclinando la fachada 10º esa transmi-sión
bajará a 56% y con 15º al 43%.
La transmisividad del vidrio se reduce
radicalmente cuando el ángulo de in-cidencia
se separa de la perpendicular
70º para el vidrio sencillo y 60º para el
doble. Esta facultad está siendo utili-zada
en algunos proyectos en el norte
de Europa para conseguir una pro-tección
veraniega eficaz sin más que
diseñar una fachada escarpada hacia
afuera. Es evidente que en nuestras
latitudes, al estar el sol aún más alto
en verano, ese recurso sería aún más
beneficioso.
Es posible que el futuro de los vidrios
esté en la transmisión variable, es de-cir
el diseño de vidrios que modifican
su capacidad filtrante sea en función
de características exteriores, sea a vo-luntad
del ocupante. Entre estos últi-mos
los vidrios electrocrómicos, que
modifican su color y capacidad filtran-te
por el paso de una corriente de bajo
voltaje, son los más prometedores.
Los toldos y screens
Los tejidos se han utilizado para prote-gerse
del sol desde siempre. Cortinas
interiores o exteriores, toldos privados
y toldos urbanos forman parte de los
recursos mediterráneos para conse-guir
la deseada sombra. Las imágenes
tradicionales nos muestran que has-ta
la mitad del XIX era más frecuente
el toldo como cortina exterior que la
persiana que hoy consideramos tradi-cional.
El toldo tradicional en vuelo hacia el
exterior del edificio para proyectar
sombra sobre el hueco suele ser un te-jido
claro con alta reflexión y con una
trama abierta que permite cierta circu-lación
del aire. Su único inconveniente
lo plantean las atenciones que exige.
Frágil al viento es necesario recogerlo
casi cada día para evitar que se dete-riore.
Quizás por ello las soluciones
textiles exteriores no progresan lo
rápido que gustaría al sector. Se utili-zan
para terrazas de restaurantes, se-gundas
residencias y para solucionar
problemas relativamente domésticos
que aseguran un mantenimiento rela-tivamente
atento.
En su versión moderna y como protec-ción
solar de los huecos acristalados
el toldo se confecciona con tejidos de
fibras diversas, siempre muy resisten-tes
a la intemperie, y se dispone pa-ralelo
al hueco. Es lo que hoy llaman