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TOLDO_3_2017

TÉCNICA 21 Los efectos de la radiación en los edificios La radiación solar que entra a través de una ventana sin protecciones solares representa un gran aporte calorífico a los ambientes. Esta radiación es espectralmente muy cercana a la radiación infrarroja, por lo que este calor podría aumentar muy por encima la temperatura interior respecto a la temperatura del aire exterior debido al efecto invernadero. Los vidrios simples de las ventanas son transparentes a la radiación infrarroja de onda corta, por lo que ésta es absorbida y vuelve a irradiar entre las superficies y objetos interiores en forma de radiación infrarroja de onda larga. El vidrio resulta opaco para la radiación de onda larga, por lo cual este calor radiante quedará atrapado dentro del ambiente. Se entiende por protección solar a cualquier dispositivo fijo o móvil que impida total o parcialmente el paso de la radiación solar al interior de un local o habitación. Tendremos así: persianas, cortinas de enrollar, postigos, pantallas, parasoles, toldos, voladizos, entre otros. Otros elementos exteriores, como la vegetación de hoja caduca, también pueden producir sombra en los huecos en verano, dejando pasar el sol en invierno. En arquitectura se habla de protección solar para referirse al efecto del sol y la capacidad de regular la temperatura en el interior de locales habitables. Indistintamente necesita protegerse del sol una superficie vidriada o una superficie opaca. En cada caso será sensiblemente diferente el modo en que el calor del sol se transmitirá al interior del local. En los huecos de fachada, los elementos sombreadores pueden estar clasificados como fijos o ajustables, externos o internos. Las aberturas que están completamente sombreadas desde el exterior, reducen la absorción de energía procedente del Sol en un 80% Ashrae, 1997. En todas las estructuras exteriores de sombra, el aire debe moverse libremente para permitir que el calor absorbido por los materiales sombreadores y vidrio salga al medio exterior. Los protectores solares deben adaptarse a la latitud del sitio, es decir, a la trayectoria y ángulo solar a lo largo del año, así como a la orientación de las ventanas en cada fachada. Estos factores definirán el tipo de protector solar más conveniente. Los tipos de protección más usuales son las protecciones fijas, protecciones móviles y protecciones orientables. Factor solar del vidrio, Factor de sombra y Factor solar modificado de huecos y lucernarios. Según el CTE (DB-HE1 Apéndice A, Terminología), el factor solar del vidrio (g) es el cociente entre la radiación solar a incidencia normal que se introduce en el edificio a través del acristalamiento y la que se introduciría si el acristalamiento se sustituyese por un hueco perfectamente transparente. En el caso de superficies vidriadas o simplemente ventanas, la radiación solar llegará a la superficie exterior del vidrio y en condiciones generales medias, el 86% continuará por el interior del local hasta encontrar una superficie opaca. Dependiendo de su color parte de absorberá y parte se reflejará. La parte absorbida calentará la masa del elemento y luego de calentada irradiará calor en el espectro infrarrojo, ya no visible al ojo humano. Cada uno de estos vidrios tendrá la capacidad de frenar en parte el paso de los rayos del sol y es usual el uso de un factor para determinar dicha capacidad. En el caso de existencia de protecciones u otras obstrucciones solares sobre un hueco, el factor de sombra, Fs, según el CTE-DB-HE-1, es la fracción de la radiación incidente en un hueco que no es bloqueada por la presencia Protección solar interior


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