Los mecanismos de la protección La radicación solar se recibe en forma de rayos ultravioletas, (con longitudes de onda entre 315 y 380nm), radiación visible (380- 780nm) y rayos infrarrojos (780- 3000nm). El 3% de la energía llega en forma de radiación ultravioleta, el 53% en el espectro visible y el 44% en el campo infrarrojo. El objetivo de la protección solar será limitar los efectos de la radia-ción infrarroja pero sería deseable que lo consiguiese sin dejar a os-curas la habitación, es decir sin im-pedir el paso de la radiación visible. Para ser más exactos deberemos diferenciar las radiaciones visibles, directa y difusa. En algunos casos, será deseable evitar la radiación directa, en otros será mejor apro-vecharla también aunque solo sea para llevar la luz hasta el fondo de algunos locales. Los tres tipos de radiación sufren modificaciones en su trayectoria al encontrar algún cuerpo. Estas mo-dificaciones son de tres tipos: - la reflexión, supone que la ener-gía incidente, o parte de ella, es reflejada sin ver alterada su lon-gitud, - la transmisión, supone que la energía atraviesa el cuerpo in-terpuesto, - la absorción, supone que la energía es absorbida por el cuerpo interpuesto en su reco-rrido y por lo tanto producirá un aumento de su temperatura. Se debe tener en cuenta que ese in-cremento de temperatura hará que el cuerpo emita energía por radiación con una longitud de onda variable pero siempre muy superior a la longitud de la onda recibida del sol. toldo técnica 36
revista Toldo 1-2014
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