TÉCNICA
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paramento de material de alta capacidad
calorífica, bidones de agua,
lecho de piedras, etc., y puede ser
una de las paredes de la habitación,
el techo, o el suelo. Un caso particular
es el llamado muro trombe, en el
cual, además, se abren unos registros
ajustables en la parte superior
y en la inferior para que se cree una
transferencia de calor por conducción
a voluntad. El rendimiento de
estos sistemas es también menor
que el del sistema directo, y presentan
unos retardos muy grandes.
En el diseño de estos sistemas es importante
considerar la existencia de
suficiente masa térmica para la acumulación
del calor dispuesta en las zonas
de incidencia de radiación; la existencia
de cerramientos móviles para
aislamiento y también es importante
la orientación, obstáculos y sombreamientos
de los espacios de captación,
de tal manera que se maximice la captación
de energía en invierno y se minimice
la de verano.
Aislamiento y masa térmica
La masa térmica provoca un desfase
entre los aportes de calor y el incremento
de la temperatura. Funciona a
distintos niveles. En ciclo diario, durante
el invierno, la masa térmica estratégicamente
colocada almacena el
calor solar durante el día para liberarlo
por la noche, y durante el verano, realiza
la misma función, sólo que el calor
que almacena durante el día es el
de la casa (manteniéndola, por tanto,
fresca), y lo libera por la noche, evacuándose
mediante la ventilación. En
cambio en el ciclo interdiario, la masa
térmica es capaz de mantener determinadas
condiciones térmicas durante
algunos días una vez que estas
han cesado: por ejemplo, es capaz de
guardar el calor de días soleados de
invierno durante algunos días nublados
venideros. En ciclo anual, se guarda
el calor del verano para el invierno
y el fresco del invierno para el verano
(sólo una ingente masa térmica como
el suelo es capaz de realizar algo así).
La vivienda con elevada masa térmica
se comporta manteniendo una
temperatura sin variaciones bruscas,
relativamente estable frente a las condiciones
externas. El objetivo es conseguir
que, mediante un buen diseño
bioclimático, esta temperatura sea
agradable. La masa térmica elevada
no es aconsejable en viviendas ocasionales
(viviendas de fin de semana,
por ejemplo), cuyas condiciones de
temperatura son irrelevantes excepto
en los momentos en que se ocupan,
momentos en los que se requiere calentarlas
o enfriarlas rápidamente. Y
rapidez y masa térmica están reñidas,
por el desfase del que hablábamos anteriormente.
En general, materiales de construcción
pesados pueden actuar como una eficaz
masa térmica: los muros, suelos o
techos gruesos, de piedra, hormigón
o ladrillo, son buenos en este sentido.
Colocados estratégicamente para recibir
la radiación solar tras un cristal,
funcionan fundamentalmente en ciclo
diario, pero repartidos adecuadamente
por toda la casa, funcionan en
ciclo interdiario. Si la casa está enterrada
o semienterrada, la masa térmica
del suelo ayudará también a la amortiguación
de oscilaciones térmicas, en
un ciclo largo.
El aislamiento térmico dificulta el paso
de calor por conducción del interior al
exterior de la vivienda y viceversa. Por
ello es eficaz tanto en invierno como
en verano. Una forma de conseguirlo
es utilizar recubrimientos de materiales
muy aislantes, como espumas y
plásticos. No conviene exagerar con
este tipo de aislamiento, puesto que
existe otra importante causa de pérdida
de calor: las infiltraciones. De nada
serviría tener una casa «superaislada»
si no se ha cuidado este otro factor.
De todas maneras, aunque se quieran
reducir al máximo las infiltraciones,
siempre es necesario un mínimo de
ventilación por cuestiones higiénicas,
lo que supone un mínimo de pérdidas
caloríficas a tener en cuenta. Para hacer
eficaz el aislamiento, también es
necesario reducir al máximo los puentes
térmicos.
En cuanto a la colocación del aislamiento,
lo ideal es hacerlo por fuera
de la masa térmica, es decir, como
recubrimiento exterior de los muros,
techos y suelos, de tal manera que la
masa térmica actúe como acumulador
eficaz en el interior, y bien aislado del
exterior.