TÉCNICA
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tación molecular que se transmite de
unos cuerpos a otros de tres formas
diferentes:
· Conducción. El calor se transmite a
través de la masa del propio cuerpo.
La facilidad con que el calor «viaja» a
través de un material lo define como
conductor o como aislante térmico.
Ejemplos de buenos conductores
son los metales, y de buenos aislantes,
los plásticos, maderas, aire. Este
es el fenómeno por el cual las viviendas
pierden calor en invierno a
través de las paredes, lo que se puede
reducir colocando un material
que sea aislante. El coeficiente de
conducción térmica de un material
es una medida de su capacidad para
conducir el calor.
· Convección. Si consideramos un
material fluido (en estado líquido
o gaseoso), el calor, además de
transmitirse a través del material
(conducción), puede ser «transportado
» por el propio movimiento del
fluido. Si el movimiento del fluido
se produce de forma natural, por
la diferencia de temperaturas (aire
caliente sube, aire frío baja), la convección
es natural, y si el movimiento
lo produce algún otro fenómeno
(ventilador, viento), la convección es
forzada.
· Radiación. Todo material emite radiación
electromagnética, cuya intensidad
depende de la temperatura
a la que se encuentre. La radiación
infrarroja provoca una sensación de
calor inmediata (piénsese en una estufa
de butano, por ejemplo). El sol
nos aporta energía exclusivamente
por radiación.
Capacidad calorífica e inercia
térmica
Si a un cuerpo le aportamos calor,
este eleva su temperatura. Si lo hace
lentamente decimos que tiene mucha
capacidad calorífica, puesto que es
capaz de almacenar mucho calor por
cada grado centígrado de temperatura.
Se llama calor específico de un
material (en Kcal/KgºC) a la cantidad
de calor que hay que suministrarle a 1
Kg para que eleve su temperatura 1ºC.
La capacidad calorífica y el almacenamiento
de calor traen aparejados
ciertos fenómenos. Por ejemplo: en
casa, en invierno, cuando encendemos
la estufa al llegar por la tarde, la
habitación tarda en alcanzar una temperatura
agradable, y cuando la apagamos,
por la noche, la temperatura
de la habitación todavía es buena y no
se enfría inmediatamente. Esto ocurre
también en las estaciones: en el hemisferio
norte, el 21 de abril (equinoccio
de primavera) el sol está en la misma
posición que el 21 de septiembre
(equinoccio de otoño), y sin embargo,
las temperaturas son mayores en esta
última fecha, por la sencilla razón de
que la tierra todavía «guarda» el calor
del verano, que irá perdiendo poco a
poco. Esta «resistencia» de la tempe-
Radiación directa, difusa y reflejada.
Transferencia de calor