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revista Toldo 2-2014

Proteciones escamoteables La movilidad del sol, la necesidad de un mayor aprovechamiento de la luz natural de los días nublados y la visibilidad hacia el exterior hacen necesarias en muchos casos las protecciones escamoteables, las que se pueden mover dejando libre la superficie del hueco. Se pueden escamotear por desplazamiento lateral o vertical, por enrollamientos diversos o por plegados y apilamientos, con una utilidad más que evidente. En la vivienda tradicional las protecciones escamoteables han sido las más utilizadas y han formado parte de la variedad de filtros (visillos, cortinas, persianas y contraventanas) con los que un individuo podía matizar su relación con el exterior hasta conseguir el soleamiento, iluminación, vista y grado de intimidad deseado en cada momento. Las condiciones sociales han cambiado y un edificio público contemporáneo no puede dejar la manipulación de sus protecciones en manos de una variedad de individuos cuya sensibilidad y objeticos de confort pueden ser muy diversos. Por ello, hoy las protecciones escamoteables se suelen motorizar y sus controles se centralizan o automatizan. Protecciones orientables Una solución intermedia entre las protecciones fijas y las escamoteables la establecen las lamas orientables. Unas lamas que pueden girar sobre un eje horizontal o vertical, pueden impedir totalmente el paso de la radiación solar o convertirse en un fino rayado interpuesto respecto al exterior. La infinidad de posiciones intermedias posibles dará lugar a una riquísima gama de luces matizadas a voluntad para distintas estaciones, horas del día o actividades interiores. La visión del exterior a través de unas pequeñas lamas puede ser aceptada. Su única limitación seria, es la imposibilidad de asomarse al exterior que supone el enrejado de lamas paralelas. técnica 25 toldo


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