Arq. Yoryelin Roa Más que un lugar de residencia, la vi-vienda es nuestro espacio vital que, por la disposición física de una secuencia de áreas comunes, se generan encuentros gratos entre las personas que conviven a diario, ya sea al compartir durante una comida, disfrutar de un programa de televisión, leer un buen libro o du-rante alguna reunión familiar. Además de la sala de recibo, el co-medor y la cocina, dentro de los espa-cios de encuentro podemos señalar aquellos que están al aire libre como los patios, terrazas e incluso, balcones y azoteas. Hoy en día la mayoría de las personas están incorporando las co-modidades del interior de la vivienda a los planos exteriores, dejando atrás el olvido que se generaba en estos espa-cios, en algunos casos, por la inciden-cia directa del asoleamiento y la lluvia, que poco a poco les restaba confort y los convertían en irrisorios a la permanen-cia, para darle ahora un toque especial conceptualizado en salas con mesas laterales, sofás e incluso alfombras y lámparas de pie. Espacios residuales y en desuso, ahora son áreas de permanencia apro-vechables en espacialidad y función, que se encuentran protegidos con cubiertas ligeras y que permiten la mimetización del espacio, el juego de sombras y la protección a los cambio climáticos. Las estructuras tensadas debido a sus infinitas variaciones de forma, diferentes aplicaciones y lige-reza, se convierten en un elemento fundamental para el resguardo de los espacios de ámbito residencial en los últimos tiempos por sus bondades va-lidas para este uso. técnica 33 toldo
Revista Toldo 3 2013
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