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Revista Toldo Nº 2 2013

nífugos de clase M1. Para aplicaciones de interior presenta tejidos 5 tejidos ignífu-gos de clase M1 y uno ignífugo de clase M2. El textil con fibra de poliéster de alta tenacidad, tejido con calada presenta tejidos ignífugos de clase M1 tanto para exterior como para interior. Por último, la alternativa con hilos de poliéster de alta tenacidad recubier-tos con un plastisol y después tejidos con tejeduría de punto por urdimdre presenta tejidos ignífugos M1 y M2: 7 colores M1 y 7 colores M2. Los colores claros son los M1 y los oscuros los M2. Mayoritariamente se suele priorizar como con categorías ignífugas M1 las apli-caciones para interior destinadas a locales y espacios públicos. - Solidez de los colores Debido a que los textiles de protección solar están expuestos durante prolonga-dos períodos de tiempo a radiaciones solares y, por tanto radiaciones ultravioletas, deben poseer pues unas muy buenas solideces de las tinturas a dichas exposicio-nes solares. Las tres alternativas tecnológicas comparadas manifiestan poseer una perfecta resistencia de los colores a lo largo del tiempo. La alternativa del textil de fibra de vidrio recubierta de PVC y del poliéster de alta tenacidad recubierto en hilo con un plastisol debe poseer solideces superiores como consecuencia de que la adhesión del colorante en el hilo se produce mediante una tintura en masa. - Resistencia a la intemperie y al uso En el caso de los textiles aplicados en el exterior de los edificios un factor rele-vante es, sin duda, su resistencia a la intemperie: exposición solar directa, tem-peratura, lluvia, viento, nieve, etc. El rango de temperaturas en las que se pueden emplear los textiles de protección solar suelen ser entre -30 y 70 ºC aunque el textil de fibra de vidrio alcanza la temperatura de uso de los 80ºC. No obstante, los textiles de fibra de poliéster de alta tenacidad poseen, en su conjunto, una resisten-cia a la intemperie mayor. En este sentido cabe señalar que los tejidos de fibra de vidrio precisan de un refuerzo lateral para evitar que durante su uso se produzca el desfibrilamiento de los orillos del tejido y deben plegarse con cuidado ya que si se torciese algún hilo como consecuencia de un arrugado o un mal plegado podría llegar a romperse. - No adhesión de la polución Al igual que en el caso anterior, este es un factor relevante para aquellos textiles situados en el exterior de los edificios y de difícil accesibilidad. En este sentido, los textiles que poseen un recubrimiento, ya sea en el hilo o en el tejido, de un producto como el policloruro de polivinilo (PVC) presentarán una ma-yor facilidad de mantenimiento y evitaran la adhesión de suciedad en los mismos. Así pues, en las tres alternativas tecnológicas analizadas el mantenimiento de los textiles se limita al lavado con agua añadiendo un detergente neutro. ✦ técnica 33 toldo


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